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Con intolerancias

CONSEJO: COMER JUNTO A UN ALÉRGICO, CELIACO O INTOLERANTE

Consejo: Comer junto a un alérgico, celiaco o intolerante

Creo que hablar de esto está más que justificado. Ya que, podemos encontrarnos desde personas que comen sin ningún tipo de cuidado, a otras que comen con miedo junto a los alérgicos, celíacos e intolerantes. Además creo que para los familiares y amigos de personas recientemente diagnosticadas puede ser una gran ayuda y, también, les puede servir de concienciación.

Para exponer los consejos me gustaría distinguir entre tres grupos de personas:

  • Alérgicos

Son personas que sufren algún tipo de alergia que según la RAE se define como: “Conjunto de alteraciones de carácter respiratorio, nervioso o eruptivo que se producen en el sistema inmunológico por una extremada sensibilidad del organismo a ciertas sustancias a las que ha sido expuesto, y que en condiciones normales no causan esas alteraciones”. Este tipo de reacciones sufridas comienzan en el momento de entrar en contacto con la sustancia que causa la reacción y pueden ser de diferente gravedad. Algunas personas la sufren por ingestión, otras por inhalación y otras por contacto, por lo que será fundamental conocer el nivel de gravedad de cada uno.

  • Celíacos:

Definiendo: “Enfermedad que se caracteriza por la aparición de trastornos en la absorción de gluten y la presencia de heces pastosas y brillantes.” En este caso la manifestación no tiene porqué ser en el momento, o incluso ser asintomática pero estar causando daño al sistema digestivo de la persona que lo sufre. Gracias a Dios, hoy en día los médicos ya diferencian entre el celiaco y el intolerante al gluten no celiaco, que no tiene base genética, pero si sintomática. A efectos prácticos son iguales.

  • Intolerantes:

Las intolerancias alimentarias se definen como : “Incapacidad de un organismo para resistir y aceptar el aporte de determinadas sustancias, en especial alimentos o medicamentos.” En este caso dependiendo de la sensibilidad que tenga una persona nos podemos encontrar con un lento deterioro de la salud de la persona o incluso con cólicos intestinales al poco de ingerir los alimentos.

He querido comenzar definiendo los tres casos, para que nos ayude a aclarar el nivel de cuidado que tenemos que tener cuando comemos con una persona con alguno de estos problemas. También, es necesario tener en cuenta que aquí exponemos normas para los casos más habituales en cuanto a gravedad. Hay personas con tanta alergia a algún tipo de alimento que el simple hecho de inhalar, por ejemplo, los vapores del huevo, les hace sufrir una reacción alérgica grave. En esos casos no se podría comer el alimento que fuese si esa persona está presente.

Comencemos co los consejos o normas que se deben seguir para cuidar la salud de la persona que come junto a nosotros.

  1. Siempre que sea posible, es preferible que todos puedan comer de todo lo que hay en la mesa, así no habría ningún tipo de problema, y los siguientes consejos no serían necesarios. Pero como en muchos casos esto no es posible, sigamos con los siguientes puntos.
  2. Platos individuales para cada uno. Si vamos a comer de raciones compartidas, al menos los alérgicos, intolerantes o celíacos deben tener su plato y servirse los primeros de cada ración. Así evitamos que se contamine el plato antes de que se sirva la persona afectada.
  3. El pan, en el caso de los celíacos, y aunque implique saltarse el protocolo, nunca debe ponerse cerca. Me explico: por protocolo en los restaurantes te sirven el pan a la izquierda de cada comensal. Pues bien, si a tu izquierda tienes un celíaco deberás pasarte el platito del pan a tu derecha. De esta manera, hay menos probabilidades de que caigan migas. Si se está comiendo en una terraza, por ejemplo, y traen una fuente con pan, ponerla en el extremo más alejado. A la hora de partir un pedazo de pan hacerlo pegado a la mesa (o incluso por debajo de ella) y con sumo cuidado de que no salten migas. Nunca pasar la bandeja del pan ni ningún pedazo de pan por encima de la comida (caen más migas de lo que creemos). Y por último, a mi me encanta mojar el pan en las salsas pero no lo hagas nunca si la persona celíaca va a volver a servirse de ese plato, es mejor esperar al final y preguntarle.
  4. Cualquier otro alérgeno se deberá tener el mismo cuidado que con el pan.
  5. Los cubiertos: Se puede dar el caso de que se esté comiendo comida compartida y, por ejemplo, vas a comer al restaurante Chino y te pides un pollo con almendras, que seguro que está muy rico (yo no lo sé, acordaos que soy alérgico a los frutos secos). Y también hay, por ejemplo, un plato de pollo al limón. Cualquiera coge del plato de pollo con almendras y, a continuación, aún con restos en el cubierto coge del plato del pollo al limón dejando restos de la salsa de almendras. ¿Qué creéis que podría pasar si pincho yo donde ha caído la salsa con almendras? Pues eso… Mejor tener cuidado. (Esto se evita haciendo caso al punto 2)
  6. Como último punto, si algún alimento es crujiente, y al morderlo tiende a soltar migas, para evitar que salten a otros platos y contaminen los demás alimentos, pon la otra mano delante y así las migas que salten se quedarán en tu mano.
  7. Nunca sacudirse las manos o frotarlas para eliminar los restos de migas si estás en la mesa. Parece un comentario absurdo pero es muy común, y hacerlo de forma inconsciente.

No hay que tener miedo a comer con personas con intolerancias o alergias alimentarias, pero sí que hay que cambiar algunos hábitos durante las comidas para evitar problemas.

 

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