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Vivir con intolerancias

EL NIÑO CON ALERGIA O INTOLERANCIA ALIMENTARIA EN LA ESCUELA

EL NIÑO CON ALERGIA O INTOLERANCIA ALIMENTARIA EN LA ESCUELA

Empezamos el curso escolar y, entendemos que muchos padres y madres con hijos con celiaquía, alergias o intolerancias alimentarias se sienten preocupados por la salud de sus hijos en la escuela. Muchos niños, también, serán usuarios de comedor, otros estarán en guarderías donde tomarán sus desayunos, y seguramente, muchas opciones que ahora mismo no caigamos.

Yo soy maestra, y año a año me encuentro con alumnos en mi centro que tienen celiaquía, alergias o intolerancias alimentarias, en algunos casos a algún alimento, en otros múltiple (como yo), siendo circunstancias más especiales con las cuales tener mucho cuidado. Hoy como maestra, os traigo algunas sugerencias de cara al curso que da comienzo, tanto seáis del gremio como si sois padres:

Si sois PADRES de niños con celiaquía, alergias o intolerancias alimentarias:

  • Tratad de tener una entrevista con el tutor de vuestro hijo/a lo más pronto posible. De esta manera, podéis ponerle de antemano ante las circunstancias de salud vuestro hijo. Si tenéis un informe médico, mejor que mejor, ya que llevando una fotocopia podéis ayudar al maestro a entender la enfermedad del niño, así como concienciar en el centro escolar al resto de profesores que trabajen con él y estar alerta ante signos o tenerlos presentes en días especiales del colegio. Si precisáis del uso del comedor escolar o se alimenta en la guardería, es vital dejar un informe médico con la información de los alimentos que no se pueden comer, sea el gluten por la celiaquía, como otros por las alergias e intolerancias alimentarias. Preguntad al tutor/a de vuestros hijos para saber cómo proceder en vuestro centro.

 

  • Concienciar y enseñar a distinguir a los niños lo que puede y lo que no puede comer. Esto es fundamental, siempre y cuando el niño tenga una edad mínima para poder diferenciar alimentos o por lo menos para que pregunte “¿lo puedo comer?”. Tenemos niños que desde muy pequeñitos, de infantil, preguntan; otros, por ejemplo, aprenden a reconocer la espiga tachada de “sin gluten”. Por otra parte, encontramos otros que tratan de coger desayunos de los demás compañeros. Es primordial hacerle entender que tiene que preguntar y que sólo puede comer lo que lleve de casa, o en su defecto, lo que le proporcionen los maestros que están con él.

 

  • En los casos de alergia, pueden facilitaros los alergólogos informes muy buenos con el “paso a paso” de qué hacer en caso de intoxicación en la escuela. Estos informes explican los signos y síntomas según el grado de gravedad, así como qué medicación hay que proporcionarle al niño o cómo proceder (112, llamar a padres, etc.; según marque el informe).

 

  • Al hilo del guión anterior, recordad que los maestros no pueden proporcionar medicamentos en sí, pero con una autorización expresa se facilita que, en caso de emergencia sanitaria por alergia alimentaria, y pueda estar en peligro la vida del niño, pueden administrar con ello la medicación. En Extremadura tenemos un Protocolo de Emergencia Sanitaria marcado por un convenio de Sanidad y Educación para los colegios. Seguramente en otras Comunidades Autónomas también existen, pero por si no los hubiera y por si es de vuestro interés y os puede facilitar la concienciación o la información, os dejo el enlace donde encontrar dicho Protocolo: https://www.educarex.es/pub/cont/com/0004/documentos/PROTOCOLO_URGENCIAS_en_CENTROS_EDUCATIVOS.pdf

Si sois MAESTROS/PROFESORES de niños con celiaquía, alergias o intolerancias alimentarias:

  • Ante todo decir que soy compañera, y entiendo perfectamente lo difícil que es tener un número elevado de niños en clase y tener que atender la diversidad de los mismos. Pero si bien es cierto, esto es una cuestión importante, ya que en muchos casos la vida de los niños está en juego, y en otros, la salud puede deteriorarse significativamente en el tiempo y provocar secuelas, a veces, irrevocables.

 

  • La enfermedad celíaca, las intolerancias y las alergias alimentarias van en aumento a un ritmo de vértigo, por tanto, es bueno estar informados y formados ya que es y seguirá siendo la realidad de nuestras aulas, que cada vez tengamos más alumnos con estas circunstancias de salud.

 

  • Si tenéis alumnos cuyos padres os manifiestan que sus hijos tienen la enfermedad celíaca, alergias o intolerancias alimentarias, sed empáticos y atendedlos en la mayor brevedad posible, ya que podréis evitaros algún susto. Es normal que los padres puedan mostrarse algo nerviosos, pero hay que tener en cuenta que hablamos de la salud de sus hijos, las personas más importantes en sus vidas, y por tanto, van a estar preocupados cuando no puedan controlar los alimentos que rodean a sus hijos.

 

  • Informad a vuestros compañeros docentes, así como a superiores (jefes de estudio – subdirectores – directores, según organización del centro), para así tener conciencia del riesgo que puede sufrir determinado alumno/a ante una intoxicación por alimentos.

 

  • Solicitad a los padres una copia del informe y, en casos graves, del pediatra o del alergólogo, indicando los signos y síntomas, los alimentos a evitar y medicamentos necesarios en caso de emergencia sanitaria por cuestiones de alimentación.

 

 

  • En caso de emergencia por intoxicación, recordad dónde tenéis la información del alumno, tratad de mantener la calma, no lo dejéis nunca solo y tened presente qué pasos hay que seguir para evitar que las consecuencias empeoren. En algunos casos, habrá molestias gastrointestinales, otros pueden ser asintomáticos (pero el daño interno se hace), y otros, como son los casos de alergias, pueden revestir gran gravedad si no se actúa a tiempo.

 

  • Si tenéis alguna fiesta especial en el colegio que incluya desayuno, informad bien siempre de qué va a consistir, así como, es un detalle fantástico que busquéis algo para vuestro alumno con celiaquía, alergias o intolerancias alimentarias, para que pueda disfrutar y sentirse uno más dentro del aula. Leed siempre el etiquetado de los productos y si tenéis alguna duda, preguntad a los padres, los cuales os ayudarán enormemente.

 

  • Ante todo, no olvidéis que los padres confían en vosotros y que saben que haréis siempre una magnífica labor con sus hijos.Esperamos que esta publicación pueda ayudar a familias y docentes en esta labor de convivir, concienciar y salvaguardar la salud de los más pequeños, ya tengan celiaquía, alergias o intolerancias alimentarias.

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