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Vivir con intolerancias

Crema de boniato sin gluten y sin lácteos

Crema de boniato sin gluten y sin lácteos

Este tiempo tan fresquito es propio de cremas, sopas y purés. Ya tenemos en nuestra web otras recetas de cremas, como la crema de calabaza y la de calabacín, que en casa, nos apasionan. En esta ocasión, probamos con el boniato, un tubérculo parecido a la patata pero con un sabor más dulce, que da color y un toque especial a nuestros platos.
El boniato o batata, como también es conocido, tiene grandes propiedades sobre todo por su alto contenido en betacaroteno, que el organismo procesa en vitamina A; también vitaminas C y E. Tiene gran aporte energético y vitamina B6, ácido fólico, calcio, hierro, magnesio, fósforo, potasio y fibra.
Es un alimento que por su sabor dulzón, le gustará a los niños, además de alimentarlos adecuadamente mezclado con otras verduras. Esta crema es bien sencilla y fácil, con pocos ingredientes que te nutrirán además de darte ese calorcito al cuerpo en los días fríos o en los que, como este tiempo trae, está uno más resfriado y apetecen platos ligeros y calentitos.

Pues bien, vamos al lío para ver cómo hacer esta maravillosa crema de boniato con zanahorias:

  • 2 ó 3 boniatos grandes.
  • 1 cebolla mediana.
  • 2 zanahorias grandes.
  • Agua hasta cubrir (entre 1/2 litro y 1 litro de agua).
  • Sal.
  • Aceite de oliva virgen extra.
  • Pimienta negra en grano.
En una olla grande, poner un fondo de aceite de oliva. Mientras se calienta, pelar, lavar y picar la cebolla muy menuda. Añadir al aceite caliente y sofreír a fuego medio. Pelar y lavar las zanahorias, para después, cortar en rodajas y agregar al aceite junto con la cebolla y sofreír.
Pelar el boniato y lavar. Cortar en rodajas más o menos finas y disponer en la olla. Sofreír los boniatos con la cebolla y las zanahorias durante un par de minutos. Seguidamente, añadir agua hasta cubrir, salpimentar y dejar cocer unos 45 minutos, hasta que el boniato esté tierno.
Pasado el tiempo, triturar con la batidora, comprobar el sabor por si hay que rectificar de sal o pimienta, o si hay que añadir más agua para que sea más crema que puré (A nosotros nos gustan las cremas más bien espesas, eso ya es cuestión de gustos).
Servir caliente y disponer la crema sobrante en tupper para congelar y consumir otro día.
¿Qué os ha parecido? Esperamos que os guste esta crema de boniatos y zanahorias, y si ya le añadís algunas semillas como sésamo, lino, chía, cáñamo, pipas de girasol… os gustará muchísimo más. ¡Buen provecho!