Crema de calabaza sin gluten, sin lácteos y sin frutos secos

A mi marido le encanta la crema de calabaza. No la había probado antes de empezar a ser novios y, desde que la probó, le encanta que la prepare. Apaña un primer plato o una cena ligera.
La diferencia es que no le añadimos ni quesitos ni nata, algo muy común en las cremas. Al principio le poníamos un poco de nata de arroz, pero sin ella está igual de buena.

La textura es fenomenal, sólo hay que dejarle más o menos agua en función de lo espesa que os guste. Tampoco le añadimos patata ya que, debido a mis intolerancias, me la retiraron temporalmente y, aunque ya la puedo tomar, hemos preferido no abusar y dejarlo así. Y además, como compramos la verdura en Huerta La Compañía, ecológica, el sabor ya es inmejorable. ¡Vamos al lío!

– 60 gr de aceite.
– 1 puerro o cebolla.
– 200 – 300 gr de calabaza.
– 1 zanahoria.
– Sal y pimienta negra.
– Agua hasta cubrir.

Poner el aceite en una olla y, una vez caliente, añadir el puerro picado. Cuando empiece a dorarse, agregar la zanahoria cortada en rodajas y seguir rehogando.

Mientras se rehoga, terminar de cortar en trozos la calabaza e incorporar a la olla. Lo rehogaremos momentáneamente, para posteriormente, cubrir las verduras con agua. Salpimentar al gusto y dejar hacer a fuego medio durante 35 – 40 minutos, comprobando que las verduras estén bien tiernas.

Una vez listos, apartar la olla y triturar con la batidora hasta obtener una mezcla homogénea. Podemos poner en tupper y congelar para otro día. Como no lleva nuez moscada, es apta para personas con alergias a los frutos secos.