En casa nos apasionan las cremas. Sinceramente, es un plato genial para empezar un almuerzo o para esas cenas ligeras cuando uno no tiene muchas ganas de comer tras comidas copiosas en el día. Es un plato caliente que entra fenomenal en días fríos y lluviosos, cuando uno se está resfriando… No sé, las cremas tienen ese algo que me encanta y que no faltan nunca en nuestro menú.
Sobre todo las cremas que hacemos son muy saludables porque son íntegramente de verduras y hortalizas, con aceite de oliva virgen extra. Dejamos la parte proteica para segundos platos o para otros platos. Esta crema de espinacas es sin gluten y sin lácteos. La original es de pequerecetas.com, la cual hemos adaptado eliminando la nata líquida por nata vegetal. Agradecemos a pequerecetas.com que comparta sus elaboraciones con los demás, ya que así podemos aprender y adaptar lo que otros cocinan. Esta crema de espinacas sin gluten y sin lácteos tiene muy pocos ingredientes y todos son muy naturales (exceptuando la nata vegetal, que siempre es algo más “artificial” y por tanto opcional).
La reina de este plato es la espinaca, la cual, aun ser mayoritariamente agua en su composición, posee vitaminas (vitamina A, vitamina C, vitamina E, vitamina K, vitaminas del grupo B como la B6, B2, B1 y B9 o ácido fólico), fibras y minerales (calcio, hierro, potasio, magnesio, manganeso y fósforo). Es rica en fitonutrientes, especialmente el beta-caroteno y la luteína, haciendo de ella un vegetal con propiedades antioxidantes que nos protegen del daño celular, como los flavonoides. Finalmente es una buena fuente de ácidos grasos Omega-3.
Sin más preámbulos, vamos a ver esta receta de crema de espinacas sin gluten y sin lácteos:
Ingredientes para la crema de espinacas:
- 500 gr de espinacas (pueden ser de bolsa).
- 1 cebolla.
- 1 diente de ajo.
- Agua.
- Aceite de oliva virgen extra.
- Sal.
- Pimienta negra.
- Agua.
- Nata vegetal (puede ser de arroz, de coco, de almendra, de soja… cada uno la que prefiera. Es opcional).
Pelar y lavar la cebolla y el ajo. Picar en dados la cebolla y laminar el ajo. Disponer aceite en una olla, un fondo, para dorar y mochar ambas.
Mientras se doran la cebolla y el ajo, lavar las espinacas y añadir a la olla. Añadir agua hasta casi cubrir, salpimentar y dejar cocer 5 – 10 minutos.
Una vez transcurrido el tiempo y las espinacas estén hechas, quitar parte del caldo (y reservarlo) y triturar con la batidora. Si queda demasiado espesa, añadir más caldo de la cocción. Si es necesario corregir de sal y pimienta.
Una vez servido en los platos, agregar un chorrito de nata vegetal (opcional). Podéis espolvorear por encima unas semillas de sésamo y de chía. Las semillas aportan otros nutrientes interesantes y dan un toque crujiente a las cremas. ¡Probadlo!
Esperamos que os guste esta rica crema de espinacas sin gluten y sin lácteos, vegana, y que nos contéis vuestra experiencia. ¿Qué semillas pondríais vosotros? Esperamos vuestras respuestas.