Tomate frito sin tomate o falso tomate frito
Es una verdadera tortura cuando te quitan el tomate y deseas hacer recetas con salsa de tomate, ¿verdad? Una piensa en una pizza, la pasta, un buen pisto… y parece que el tomate está en todos lados. En verdad, he aprendido a vivir sin él, aunque hay platos como un buen gazpacho o salmorejo en donde es insustituible.
En cuanto a las salsas, pensando un día, me dije que tal vez habría algún modo de hacer alguna salsa parecida, un “falso tomate frito” que no llevara tomate y, pensando en su color, pensé en el pimiento. ¿Podría hacer una salsa “falso tomate frito” con pimiento y que diera un sabor, aunque distinto, algo suave, que pudiera sustituir en algunos platos? Y después de probar… la respuesta ¡fue sí!
Esta salsa de tomate frito sin tomate, o “falso tomate frito”, está hecha con muy pocos ingredientes, y la he usado como salsa en el pisto, en la base de pizza, en la pasta, en empanadillas rellenas… Sus ingredientes básicos son pimientos rojos asados, zanahorias, cebolla dulce, aceite de oliva virgen extra, sal y azúcar integral de caña. Hago cantidad suficiente y luego la congelo en botes medianos para descongelar y usar cuando lo precise. Vamos a ver la receta:
Ingredientes tomate frito sin tomate:
- 4 a 6 pimientos rojos asados (según tamaño, si son grandes sólo 4, si son medianos 6).
- 4 zanahorias medianas.
- 1 cebolla dulce grande ó 2 medianas-pequeñas.
- Aceite de oliva virgen extra (para sofreír).
- Sal (a gusto).
- Azúcar integral de caña (a gusto).
Si tenemos pimientos asados, ya tenemos un paso importante hecho. Si los tenemos frescos, lavar muy bien bajo el grifo, secar y disponer en una bandeja de horno untando un poco de aceite de oliva por su piel. Asar los pimientos en el horno precalentado a 180ºC, girando los pimientos cada 15 minutos. Asar aproximadamente de 1 hora a 1 hora y cuarto, hasta verlos bien tiernos y asados. Una vez asados, disponer los pimientos con cuidado en un recipiente que tenga tapadera y tapar para que “suden”. Este paso ayudará a eliminar la piel de los pimientos.
Cuando éstos estén fríos, retirar la piel y las semillas del interior y disponer en un plato. Pelar, lavar y cortar menudo la cebolla dulce. Lavar y pelar las zanahorias y cortarlas en rodajas finas o rallar (si se ralla, se tardará menos en cocinar).
Preparar una sartén con un fondo de aceite de oliva virgen extra. Una vez que el aceite esté caliente, añadir la cebolla y sofreír hasta que se ponga tierna y algo dorada. Agregar la zanahoria y saltear junto con la cebolla hasta que esté dorada y hecha. Posteriormente, añadir los pimientos asados, troceándolos en tiras con las manos, y sofreír todo junto a fuego lento. Cuando veamos que está todo bien cocinado, poner las verduras en un vaso de batidora y triturar poco a poco.
Devolver las verduras, ya trituradas a la sartén, y añadir sal y azúcar (en cantidades semejantes) a gusto del consumidor. Habrá quien le guste más salado, a otros más dulzón, eso ya es cuestión de gustos. Dejar cocinar unos minutos con la sal y el azúcar a nuestro gusto y finalmente, disponer en tarros bien limpios y cerrar con la tapa aún en caliente. Una vez frío, congelar los botes que se quieran y dejar alguno en el frigorífico si lo vamos a utilizar pronto.
A nosotros nos salieron unos 4 botes medianos, así que tenemos para bastantes recetas. Os animamos a todos aquellos que no podáis tomar tomate a que probéis esta maravillosa receta de tomate frito sin tomate o “falso tomate frito”, le añadáis especias como orégano o albahaca si es de vuestro gusto, y compartáis con nosotros vuestra experiencia con esta receta.